Cuidados esenciales para los pacientes con ventilador

Cuidados esenciales para los pacientes con ventilador

En diversos entornos, es cada vez más probable que los enfermeros atiendan a pacientes con respiradores mecánicos. Esto se debe a que los pacientes con respiradores mecánicos tienen necesidades especiales que los enfermeros deben atender. Aunque esto no es típico de una enfermera, el papel se amplía ahora hasta convertirse en el de un técnico debido a los avances de la tecnología médica. Parte del trabajo diario de los enfermeros modernos consiste en saber cómo funcionan las máquinas y cómo hacerlas funcionar y realizar pequeñas reparaciones. Esto implica a menudo a las personas con respiradores; aquí se comentan algunos de los cuidados esenciales para los pacientes con respiradores.

Revisar las comunicaciones

Dependiendo de la enfermedad del paciente, es probable que tenga un grupo diverso de cuidadores, como un médico de atención primaria, especialistas pulmonares, terapeutas respiratorios y enfermeras. Por ello, una buena comunicación entre los cuidadores y el equipo médico es importante para la salud del paciente. Por eso, todos deben revisar el informe diario del paciente. Éste tendrá la información necesaria sobre el paciente, cuál es el plan de cuidados y los objetivos de la terapia. Todos los que ven al paciente harán sus propias anotaciones en el informe, por lo que revisar el informe es esencial.

Ajuste del ventilador

Comprobar los ajustes del ventilador es tan importante como comprobar las constantes vitales del paciente. Cuando una enfermera entra en la habitación de un paciente, primero comprueba las constantes vitales del paciente, escucha su respiración y comprueba la saturación de oxígeno. También deben anotar cualquier cambio basado en los hallazgos anteriores. Después de leer la orden del paciente, el profesional médico debe comprobar los ajustes del respirador para asegurarse de que se adaptan a la situación actual del paciente. es importante estar familiarizado con las alarmas, los sonidos que emiten y lo que hay que hacer cuando una suena. La mayoría de los ventiladores muestran los ajustes ordenados, los parámetros del paciente y tienen medidores electrónicos del flujo de aire que ayudan a controlar y ajustar los ajustes cuando es necesario. A continuación se indican las principales cosas que hay que comprobar primero:

  • Frecuencia respiratoria - El número de respiraciones que el ventilador proporciona por minuto. Cuente manualmente el número de respiraciones porque el paciente puede respirar por sí mismo, haciendo que la frecuencia sea mayor.
  • La fracción de oxígeno inspirado - Expresado como una fracción. Es importante tener en cuenta que el aire ambiente es oxígeno 21%.
  • Volumen tidal - El volumen de aire inhalado en cada respiración.
  • Presión inspiratoria máxima (PIP): la presión necesaria para proporcionar cada respiración.

 

Administrar la succión adecuada

Los pacientes que reciben ventilación mecánica con presión positiva tendrán un tubo de traqueotomía, endotraqueal o nasotraqueal. Al principio, la mayoría de los pacientes tendrán un tubo endotraqueal y luego pasarán a una traqueotomía completa si están conectados al respirador durante semanas. Los profesionales médicos basarán esta decisión en las necesidades del paciente y en su estado. Cada centro tiene sus propias directrices para succionar a un paciente, pero hay unas pautas generales que deben seguir. Esto incluye:

  • Aspirar sólo cuando sea necesario.
  • Hiperoxigenar al paciente antes y después de la aspiración para evitar la desaturación de oxígeno.
  • No instilar solución salina normal en la sonda en un intento de promover la eliminación de la secreción.
  • Limite la presión de aspiración al nivel más bajo necesario para eliminar las secreciones.
  • Aspirar durante el menor tiempo posible.

Neumonía asociada a la ventilación

La neumonía asociada a la ventilación (NAV) es un problema importante asociado a la ventilación mecánica. Los pacientes que están conectados a respiradores durante largos periodos pueden contraer neumonía, lo que puede complicar aún más su atención. Se ha investigado y debatido mucho para combatir este problema. Por ello, existen medidas preventivas para evitar la NAV.

Prevenir la infección

Las prácticas higiénicas pueden reducir el número de bacterias en el paciente. Por ejemplo, mantener las bacterias fuera de las secreciones orales ayuda a reducir el riesgo de VAP. Esto incluye el cepillado de los dientes del paciente dos veces al día y la aplicación de humectantes orales cada dos o cuatro horas. El movimiento físico y el desplazamiento, como la extubación rápida del paciente, la realización de ejercicios de amplitud de movimiento y el giro y posicionamiento del paciente, evitarán un estado catabólico y reducirán el riesgo de NAV. Incluso en un estado de inmovilidad, los pacientes necesitan moverse. Además, una nutrición adecuada puede evitar infecciones y enfermedades. Además, una herramienta importante en la lucha contra la NAV es un tubo endotraqueal con un lumen de succión por encima del manguito endotraqueal. Esto permite la aspiración continua de las secreciones que se acumulan en la zona subglótica.

Prevenir la inestabilidad hemodinámica

La inestabilidad hemodinámica significa que no hay suficiente presión en el sistema circulatorio para que la sangre siga fluyendo. La presión cae a un nivel tan bajo que la sangre no puede llegar a todas las partes del cuerpo. La ventilación mecánica hace que la presión de la cavidad torácica aumente la inspiración, lo que a su vez ejerce presión sobre los vasos sanguíneos y puede reducir el flujo de sangre al corazón. Por ello, es importante vigilar la presión arterial de los pacientes sometidos a ventilación mecánica cada dos o cuatro horas, ya que puede descender considerablemente. Sin embargo, el aumento de los líquidos intravenosos o la administración de fármacos como la dopamina o la norepinefrina restablecerán la estabilidad. Además, la monitorización es aún más importante después de ajustar o cambiar la configuración de la máquina.

Manejar la vía aérea

Mantener la sonda y la boca del paciente limpias y libres de obstrucciones garantizará que reciba el aire que necesita. Realice el cuidado de la boca dos veces al día como mínimo. Durante los cuidados bucales, debe cepillar los dientes, las encías y la lengua del paciente con un cepillo dental pediátrico suave. También debes comprobar si el paciente necesita más succión durante los cuidados bucales. Si es así, utilice un dispositivo de aspiración de amígdalas. Además, el inflado adecuado del manguito del tubo endotraqueal es importante para el manejo de las vías respiratorias. El manguito proporciona la oclusión de la vía aérea y garantiza que el paciente obtenga los parámetros adecuados del ventilador, como el flujo de aire y la oxigenación. Sin embargo, es importante tener en cuenta que un inflado elevado del manguito puede causar irritación y daños en la tráquea. Si la presión es demasiado alta, puede ajustarla dejando escapar lentamente el aire hasta que llegue al nivel adecuado.

Satisfacer las necesidades nutricionales

El cuerpo humano nunca deja de necesitar nutrición. Incluso las personas postradas en cama y en estado vegetativo necesitan una nutrición adecuada para mantenerse con vida y garantizar que su cuerpo pueda sanar. Para seguir luchando contra su enfermedad, los pacientes con respirador artificial necesitan una alimentación adecuada y deben empezar a tomarla inmediatamente. Como no pueden alimentarse por sí mismos y no pueden tragar, es necesaria una vía de nutrición alternativa. Las sondas de alimentación son el método preferido para alimentar a los pacientes ventilados. Los profesionales médicos introducen una sonda directamente en el estómago del paciente para alimentarlo con líquidos ricos en nutrientes. Aunque son necesarias, las sondas de alimentación dejan al paciente expuesto a infecciones alrededor del punto de inserción. Hay que tomar precauciones y cuidados adicionales para mantener la zona limpia, de modo que no se produzcan infecciones.