Los reguladores de presión proporcional son dispositivos de bucle cerrado que mantienen una presión constante y estable dentro de un sistema. La opción tradicional, la analógica, tiene sus ventajas, al igual que su homólogo, el regulador digital.

Esta sencilla explicación detallará las diferencias entre el control digital y el analógico en las aplicaciones proporcionales y destacará algunas de las ventajas del nuevo y moderno dispositivo digital.

Control digital frente a control analógico

Los reguladores de presión pueden aplicarse a las válvulas, al método de comunicación y a la tecnología del controlador.

Utilizan varios componentes para aumentar, extraer y medir la presión: válvulas de entrada, válvulas secundarias y sensores, respectivamente. Las válvulas de entrada y las secundarias pueden ser válvulas simples y fáciles de usar, que son digitales, o válvulas proporcionales, que se consideran analógicas.

Otros factores que diferencian a los reguladores analógicos de los digitales son sus métodos de comunicación y su tecnología de control. Los reguladores analógicos son fáciles de controlar pero son vulnerables a las interferencias electromagnéticas. Los reguladores digitales son más difíciles de manejar pero eliminan el ruido eléctrico potencialmente dañino.

Tiempos de respuesta del control de presión proporcional

En comparación con los reguladores digitales, los analógicos reaccionan más rápidamente a los cambios en las condiciones de mando o de funcionamiento.

Sin embargo, esto no es un factor significativo en el tiempo de respuesta. Las válvulas responden a los controladores digitales y analógicos en aproximadamente el mismo tiempo, por lo que los tiempos de respuesta globales son insignificantes entre ambos.

Calibración y ajuste de un regulador de presión proporcional

Los métodos de calibración y ajuste de estos controladores son notablemente diferentes.

Los dispositivos analógicos se calibran y ajustan manualmente mediante la rotación de potenciómetros. Las alteraciones requieren el redireccionamiento de los cables, la modificación del hardware, etc. Todo esto puede llevar mucho tiempo y ser muy complicado.

Los dispositivos digitales funcionan con un software y pueden modificarse con la pulsación de algunas teclas. Los ajustes pueden hacerse sobre la marcha y con relativa facilidad y rapidez.

Configuración de seguridad del PID

Los ajustes PID de fábrica requieren ajustes manuales en los potenciómetros del dispositivo analógico. Si los nuevos ajustes se consideran inadecuados, restablecer los ajustes del regulador al estándar de fábrica puede ser difícil, si no imposible.

Los ajustes del PID del microcontrolador pueden realizarse a través de una interfaz digital. Si los ajustes se vuelven contraproducentes, es fácil restablecer el sistema a su configuración original de fábrica.

Ruido ambiental

Otra diferencia entre el control digital y el analógico en aplicaciones proporcionales es la cantidad de ruido que producen.

Los dispositivos analógicos necesitan un flujo descendente constante para funcionar. Esto se denomina sangría. Los sangrados restan energía y son propensos a crear un ruido áspero y zumbante.

Los reguladores digitales modernos no requieren este sangrado, lo que reduce el ruido ambiental y disminuye los costes de energía.

Emparejamiento de dispositivos

El emparejamiento de dispositivos, la adición de nuevos sensores como medio de retroalimentación directa o indirecta, facilita la gestión del flujo, la presión y la fuerza de un proceso.

Los controladores analógicos están restringidos en cuanto a las opciones de emparejamiento de dispositivos. Sólo pueden conectarse a otros dispositivos analógicos. Como frustración añadida, los sistemas duales conducen a un exceso de ruido y a sensores externos e internos conflictivos.

Los reguladores digitales pueden emparejarse tanto con dispositivos analógicos como con otros digitales. Los sensores externos funcionan como única referencia, lo que elimina el ruido y aumenta la estabilidad y precisión del regulador.

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